Fue publicado en 1972, en Chile, por Ariel Dorfman (argentino-chileno) y Armand Mattelart (Belga). Este ejemplar ocasionó una gran controversia y discusión cultural y política en América Latina debido a su vasta opinión respecto a la ideología dominante dada en ese tiempo por el mundo de Disney a través de sus historietas, los autores mantienen un análisis de esta literatura, ya que era destinada especialmente a niños y jóvenes mostrándoles un mundo de individualidad con una representación capitalista.
En primer lugar, las ideas de empatía, familia y solidaridad se descartan, las historietas que se analizan son las del Pato Donald, sus sobrinos y su tío rico, las cuales señalan el consumismo mantenido, plasman relaciones contractuales donde se enseña que el dinero es poder y la acumulación de riquezas es lo que está bien.
En segundo lugar, se muestra al mundo de los patos como los inteligentes y dignos simbolizando a los blancos, de tal manera que desprecian a los de afuera, exponiendo que no son gente lista y que ellos mismos deben asegurarse de aprovechar lo que los otros no lo pueden hacer. Con ello, se puede hablar de cómo este país desarrollado explota a los más pequeños saqueando recursos y bienes de tal manera que los domina a su conveniencia
Otro punto importante, es señalar que mediante esas caricaturas disfrazadas con mensajes se impone una cultura a los países tercermundistas, invaden el mundo cotidiano con la inocencia e imaginación infantil mostrando mejorar la condición humana, no obstante la degrada.
Para finalizar, es correcto saber y tomar una posición crítica a este tipo de literatura, hasta la actualidad se sigue reconociendo a estos personajes tan inmersos en nuestra vida diaria, por lo que es necesario dejar de lado y conservar nuestro propio juicio ante el mundo lleno de artimañas.
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