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domingo, 2 de junio de 2024

6. El hallazgo de la manada: la dicha de la pertenencia


CAPÍTULO 6: LA DESCRIPCIÓN DE LA MANADA: DICHA DE LA PRENTENCIA

    En ocasiones, a la mujer salvaje la vida se complica desde el comienzo, ya que, desde que son niños, son juzgadas de porque ellas son miembro de la familia, o también no son consideradas e incluso maltratadas, por otro lado, tiene la sensación de que, a pesar de que ellas son miembro de la familia, o también no son consideradas e incluso maltratadas. 

El patito feo

Se encontraban los hijos de la madre pata saliendo de sus huevos, solo faltaba uno que rompiera su inmenso cascarón, cuando el patito finalmente abandonó la granja, solo que algunos de los animales maltrataban al patito por su apariencia, en la cual, lo picoteaban, silbaban, entre otras cosas, la madre pata al principio lo hizo. En consecuencia, el joven feo decidió abandonar su hogar, recorrió un sendero lleno de crueldad, en el que lo desearon cazar, cocinar, utilizar y además casi falleció congelado. En última instancia, mientras todas las personas que habitaban en la granja llevaban a cabo sus tareas diarias, el patito feo se encontró con los cisnes. Al ver su reflejo en el estanque, todos lo aceptaron, lo acariciaron, y él  comprendió que estaba en el lugar adecuado y se sentía contento. 

El reencuentro del hijo singular.

    Los habitantes de la granja lo consideraban feo porque no se parecía a los demás y era sumamente distinto. En cuanto a las niñas que nacen, los progenitores harán todo lo posible para que su hija sea una persona determinada, se aprenda a comportarse en diversas situaciones, tenga buenos valores, y además, no debe provocar sobresaltos, esa es considerada la hija perfecta que todos los padres desean tener. Por otro lado, si la hija es distinta a lo anteriormente mencionado, se considera automáticamente como una persona con desórdenes, en el cual los padres lucharán por modificarla con el propósito de convertirla en una niña perfecta y sea aceptada socialmente sin ningún tipo de prejuicio. 

Las clases de madres.

    ¿Qué significa la madre interior? La madre interior es un elemento de la psique que actúa y responde de una forma que es similar a la experiencia infantil de la mujer con su propia madre, además, puede responder de acuerdo con otras figuras maternas, las imágenes culturales de la buena madre y de la mala madre en la infancia.

    A partir de ahora, se examinarán las representaciones que ha tenido la madre en el cuento, entre ellas:

    La madre introvertida: los instintos de la madre tiende a alejarse, ya que, se siente afectada por tener un hijo distinto. En la actualidad, una madre que es juzgada y perseguida por su hija, realizará todo lo posible para que la hija sea aceptada por la sociedad, lo cual significa que la hija sea aceptada por la sociedad o por su capacidad de supervivencia.

    En última instancia, la madre derrumbada: al final, la madre no puede soportar el acoso que sufre por su hijo, y también puede soportar el dolor que la comunidad le causa como consecuencia de sus intentos de proteger a su extraño hijo, y entonces se derrumba y grita a su hijo que se derrumba. Dado que una madre se derrumba, significa que ha perdido el sentido de sí misma, además algo generó en ella una división emocional en la que elije el amor a su hijo o el temor al daño por no ajustarse a las normas. 

    La madre de infancia o la madre no mimada: la madre de infancia fue muy ingenua y poco sofisticada, también era la que más insistía en tener hijos y es la que antes deseaba alejarse. Es posible identificar una mujer que no ha sido adoptada en su infancia. Es posible que estés psíquicamente lastimada hasta el extremo de sentirse indignada por ser amada incluso por un niño. Puede haber sido tan enfadada por su familia y su cultura que no se considere digna de tocar la orla del arquetipo de la "madre radiante".

    La madre fuerte, la hija fuerte: la solución se encuentra en mimar amorosamente a la joven madre que lleva dentro, lo cual se logra a través de mujeres del mundo exterior más sabias y maduras, preferentemente templadas como el acero y robustecidas por el fuego después de haber pasado por lo que han tenido que ocurrir.

Las compañías adversas.

    El patito feo camina de un lado a otro en busca de un lugar donde descansar. A pesar de que el instinto que nos indica a dónde debemos dirigirnos no esté completamente desarrollado, el instinto que nos impulsa a seguir caminando hasta encontrar lo que necesitamos permanece inalterado. A pesar de ello, en el síndrome del patito feo a veces se encuentra una especie de patología. Uno sigue llamando a las puertas que no debe, a pesar de advertirle que no debería hacerlo.

Lo cual no parece adecuado.

    Dado que el forastero aprende a mantenerse alejado de las situaciones en las que, aunque uno actúe de manera adecuada, no lo parece. Por ejemplo, el patito sabe nadar de manera muy eficiente, pero no produce esa sensación. Una mujer puede ofrecer un aspecto adecuado, pero no estar al tanto de cómo actuar de manera adecuada. Existen diversos rumores acerca de las personas que no pueden disimular lo que son (y, en su interior, no lo desean) "Aunque la mona se vista de seda, la mona se queda".

La sensación de paralización, la creatividad desvanecida.

    Las mujeres enfrentan el exilio de forma diferente. Dado que el barco se encuentra atrapado en el hielo del estanque, ellas también se desvanecen. La situación más difícil que puede tener una persona es congelarse. La frialdad es el regalo de la muerte de la creatividad, de la conexión y de la vida. Algunas mujeres se comportan como si el hecho de mostrarse frías fuera un esfuerzo. Sin embargo, no es así. Se trata de una acción de cólera defensiva.

Se trata del forastero de paso.

    Aunque en el cuento el joven que se lleva el patito hacia casa parece un artista literario para adornar el relato y no un elemento arquetípico acerca del exilio, el episodio contiene una idea que me parece interesante. La persona que nos rescate del hielo y que quizás nos libere de nuestra falta de ánimo no será necesariamente la que nos corresponda. Podría ser, al igual que en el cuento, uno de esos magníficos pero breves sucesos que surgieron cuando menos lo esperamos, un acto de bondad de un forastero de paso.

El legado del exilio.

Si has tratado de ajustar un molde y no lo has logrado, probablemente has tenido éxito. Es posible que seas una refugiada, pero has salvado tu alma. Cuando alguien trata de encajar repetidamente y no lo alcanza, se produce un fenómeno sorprendente. 

Los gatos despeinados y las gallinas exóticas del mundo.

    El gato despeinado y la gallina bizca consideran estúpidas e insensatas las aspiraciones del joven. Su actitud nos brinda una perspectiva de la susceptibilidad y los valores de aquellos que se burlan de aquellos que no son como ellos. ¿Quién podría concebir que un gato le agradara el agua? ¿Quién podría suponer que una gallina se fuera a nadar? No hay nadie, por supuesto. Sin embargo, con frecuencia desde el punto de vista del exiliado, cuando las personas no son iguales, la superior es siempre la exiliada y las limitaciones y/o los motivos de la otra no son debidamente sopesados o juzgados.

El recuerdo y el afán de seguir adelante contra viento y marea

    Todos sentimos el anhelo de reunirnos con los nuestros, con nuestros parientes salvajes. Recordemos que el patito huyó tras haber sido torturado sin piedad. Después tuvo un encuentro con una manada de gansos y estuvo a punto de morir a manos de unos cazadores. Lo expulsaron del corral y de la casa de un granjero y, finalmente, llegó temblando de cansancio a la orilla de un lago. No existe ninguna mujer entre nosotras que no conozca esta sensación. Y, sin embargo, este anhelo es el que nos impulsa a resistir y a seguir adelante sin ninguna esperanza.

El amor al alma

    Al final del cuento, los cisnes reconocen al patito como uno de los suyos antes de que él lo haga. Eso es muy típico en las mujeres exiliadas. Después de su duro peregrinaje, consiguen cruzar la frontera y entrar en su territorio doméstico, pero a menudo tardan algún tiempo en darse cuenta de que las miradas de la gente ya no son despectivas y con frecuencia son neutrales cuando no admirativas y aprobatorias.

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